lunes, 25 de mayo de 2009

LA VERDAD.

Los enanos saben convertir el plomo en oro. Palabra. Pero lo hacen por el método difícil, imprimiendo palabras en la prensa de tipos móviles de Gunilla Buenamontaña y cobrando por contarle a la gente lo que pasa en Ankh-Morpork Times, que como lema tiene la máxima "La verdad os hará liebres". En una ciudad como esta, cuyo concepto de la ortografía podría considerarse más bien balístico, todo puede pasar cuando la prensa libre comienza su andadura. Y más si coincide con un misterioso crimen que tiene como principal sospechoso a Lord Vetinari, el patricio gobernante.
Como siempre que Terry Pratchett se mete con algo, el cachondeo está garantizado. No faltan referencias al Watergate, con un misterioso Hueso Profundo (sin comentarios) y se realiza un simpático análisis al mundo del periodismo. No olvidemos que Terry Pratchett "...inició su labor como periodista un día de 1965 y vio su primer cadáver tres horas más tarde; la experiencia laboral significaba algo en aquellos tiempos. Después de realizar cualquier labor posible en el periodismo provincial, excepto, por supuesto, cubrir el partido de fútbol del sábado por la tarde, empezó a trabajar para la Central Electricity Generating Board y se convirtió en el jefe de prensa de cuatro plantas de energía nuclear. Hubiera escrito un libro sobre sus experiencias si alguien las hubiera podido creer." Algo sabrá del mundo periodístico, digo yo.
Si os queréis reir un rato no lo dejéis escapar

domingo, 24 de mayo de 2009

THE WEE FREE MEN (LOS PEQUEÑOS HOMBRES LIBRES).

Hace años Terry Pratchett arremetió contra Australia y ya nunca ese continente volvió a ser el mismo.
Ahora, y misteriosamente de la mano de otra editorial (Toromítico), el señor del sombrero transforma a los escoceses en pequeños hombrecillos de 15 centímetros, tatuados de azul, belicosos hasta la locura, borrachines, completamente comprometidos con la libertad de su pueblo y con una pronunciación.... extrrrraña.
Después de leer esta novela ya no podrás volver a ver obras como Braveheart, Los inmortales o Rob Roy sin que te asalte la risa.
Tiffany Dolorido va camino de convertirse en bruja, pero antes de comenzar siquiera sus estudios mágicos tendrá que poner orden en su comarca, donde están empezando a suceder muchas cosas extrañas.
Con este volumen Terry Pratchett inicia una nueva saga dentro del Mundodisco: las aventuras de Tiffany Dolorido y los Nac Mac Feegle, los pequeños hombres libres. Como es habitual con este autor, la risa está garantizada. Poco importa, a la hora de la verdad, que esta nueva serie vaya dedicada a público más joven. Las tramas que urde Terry Pratchett siempre aportan algo interesante, y su fino sentido del humor hace que cada página aporte risas y entretenimiento.

sábado, 23 de mayo de 2009

ÁNGELES Y DEMONIOS.

Dan Brown repitió éxito con este título tras haber arrasado con "El código Da Vinci". En lo estrictamente literario esos libros no eran nada del otro mundo (y el segundo era claramente inferior al primero), pero engancharon a medio planeta y eso merece reconocimiento.
La película "El código Da Vinci" fue una digna traslación del libro a la pantalla (yo habría elegido para Robert Langdon a alguien más en la línea de Liam Neeson).
Ahora llega a mi salón "Ángeles y demonios" y descubro que esta película es mucho más floja que la anterior.
Se siguen las mismas líneas que la anterior historia: presentar la cara más siniestra y maquiavélica de la iglesia católica, algunos (menos de los deseados) acertijos indescifrados durante siglos que Langdon resuelve en cinco minutos y sin tomar notas, sociedades secretas con un poder tal que ya lo quisieran para sí muchos paises, y asesinos invencibles que pifian estrepitosamente cuando van a por el prota. Lo de siempre.
Por suerte en la película han evitado la escena más fantástica (y cinematográfica) del libro: cuando alguien salta de un helicóptero sin paracaídas, sólo con una bolsa de plástico para ejercer de tal, y no se mata (como si la bolsa del Currufur o del Mercatona sirviese para hacer parapente).
Y del detalle de la antimateria explosiva mejor no hablar porque, a poco que uno entienda de física, es para salir corriendo.
Lo dicho. Si no llega a ser por las vistas de Roma...
Pero da igual. Por mala que sea arrasará en taquilla. A pesar de que la gente ya la ha visto (con otro título).

2º ANIVERSARIO.


Hoy este blog cumple dos añitos. Dos años dando la chapa y hablando un poco de todo. Brindo por seguir muchos más.

viernes, 22 de mayo de 2009

Va a arder Troya... o no.

Hace unos días finalicé la tetralogía que Dan Simmons ha dedicado a la mítica guerra de Troya.
Me costó bastante conseguir los dos últimos tomos después del desastre de la desaparición del sello editorial Byblos, pero finalmente lo logré.
Los cuatro tomos nos presentan la guerra de Troya con sus legendarios héroes, manejados por dioses despiadados. Pero todo eso no sería nada nuevo y Homero ya lo hizo de cine (y luego el cine se encargó de destrozarle la historia, pero eso es otro cuento).
Aquí aqueos y troyanos luchan ayudados por unos dioses que no son más que post-humanos con una tecnología desarrolladísima que usan observadores camuflados para seguir los acontecimientos. A eso añadiremos una trama en la que en la Tierra de un futuro lejano, unos pocos seres humanos buscan la libertad tras siglos de borreguil existencia. Y por si todo esto fuera poco unos extraños seres, más máquinas que seres vivos, llamados moravecs intentan averiguar el secreto que se esconde en el monte Olimpo de Marte, donde los post-humanos llevan a cabo sus maquinaciones.
Todo esto, dicho así, suena un poco enrevesado (y en ciertos momentos así es) pero el relato está lleno de detalles que hacen amena la lectura: desde la visión de personajes como Aquiles (su relación con Pentesilea es para morirse de risa), Odiseo, Helena... hasta las disquisiciones literarias acerca de Shakespeare que protagonizan dos moravecs.
Por desgracia el tercer volumen se hace realmente pesado, y en mi opinión le resta méritos al conjunto. Tambien es cierto que la historia llega a hacerse excesivamente enrevesada, pero se remata con bastante elegancia dadas las circunstancias.
Merece la pena el esfuerzo, que a pesar de todo, requiere lidiar con los cuatro volumenes.