AMOS DE TÍTERES.

Robert A. Heinlein es, quizás, el mejor autor de ciencia-ficción de todos los tiempos. Tras años de defender la primacía de otro maestro, Isaac Asimov (y poseyendo la práctica totalidad de sus obras publicadas en castellano), se cruzó en mi camino "La luna es una cruel amante" y me rendí ante Heinlein.

Gran parte de su genialidad reside, creo yo, en su originalidad. No hay dos novelas iguales. Muchos autores (incluso algunos grandes) escriben una y otra vez lo mismo (para muestra un botón). Unos pocos repiten sólo algunos detalles, pero Heinlein... Nadie podría pensar que el autor de "Las tropas del espacio" (con su militarismo exacerbado) es el mismo que creó "Forastero en tierra extraña" (para muchos la novela hippie por excelencia).
Quizás "Amos de títeres", con su invasión extraterrestre trasunto del comunismo que obsesionaba a los estadounidenses en la época de su publicación, tenga alguna similitud con "Viernes" (pero sólo en detalles como el personaje del jefe del servicio secreto). Por lo demás, el relato es como una de aquellas películas de serie B en blanco y negro sobre marcianos malísimos con planes para sojuzgar a la raza humana. Eso no quita para decir que "Amos de títeres" se lee con agrado de una sentada. No es precisamente su mejor obra, pero ya quisieran casi todos escribir una novela la mitad de entretenida. Ahora tengo que echarle un vistazo a su adaptación cinematográfica ("Alguien mueve los hilos") para repetirme a mí mismo por enésima vez que siempre es mejor un libro que su adaptación a la gran pantalla (con una excepción).

VERDAD VERDADERA.

Los niños manchan.

(O eso o destiñen cosa mala).

THE PACIFIC.

Hace años HBO lanzó una miniserie con un nivel técnico incomparable. Era "Hermanos de sangre", la conmovedora y real historia de la compañía Easy del 506 regimiento de la mítica 101 división paracaidista estadounidense desde el día D hasta Kehlsteinhaus. Disfruté con la serie, el libro (del admirable Stephen E. Ambrose) y adquirí la serie en dvd.

Años después, nuevamente Steven Spielberg y Tom Hanks se han reunido y lanzan una especie de segunda parte: "The Pacific".
No se emitía en ninguna cadena a la que tuviese acceso pero gracias a Series Yonkis pude seguirla y hacerlo a mi ritmo (intenten ustedes tener horarios normales con un angelito de menos de dos meses rondando a su alrededor).
Esta vez la historia se traslada al Pacífico, centrándose en las peripecias de la 1ª división de marines. Sigue a dos hombres en particular: Eugene Sledge y Robert Leckie, dedicando también un par de capítulos a John Basilone, una auténtica leyenda en el cuerpo de marines.
Por desgracia el conjunto es más flojo que su predecesora "Hermanos de sangre". Han tenido que comprimir demasiado (no es lo mismo contar once meses de combates en Europa que más de tres años de campañas en el Pacífico) a pesar de que sólo se han centrado en dos personajes. Por añadidura diré que los efectos especiales me han parecido no peores sino más descuidados, de hecho en un par de ocasiones eran claramente evidentes los añadidos por ordenador. Resulta chocante decir que, en mi opinión, el mejor capítulo ha sido el último. En él se cuenta el regreso a casa de los combatientes y pocas veces se ha visto reflejado el sufrimiento y las secuelas psicológicas que se trajeron de vuelta aquellos niños (muchos no llegaban a los 20 años cuando regresaron) tras haber vivido un infierno.
A pesar de todos sus fallos y faltas (habría sido mejor añadir al menos otros cinco capítulos para rellenar mejor la historia), es de visionado obligatorio para los interesados en la 2ª Guerra Mundial.

TERCER ANIVERSARIO.

Hoy soplamos tres velitas. El tercer año de "El paseo digital" aburriendo a la gente con mis neuras. Pero tranquilos, no hay peligro de que se me acaben. Hay para muchos años más. Brindaré por ello.

CUANDO LOS OSOS DESCUBRIERON EL FUEGO.

Así ha bautizado Alianza Editorial esta selección de veinte relatos de Terry Bisson. "Cuando los osos..." es también el título del primero (que no mejor) relato.

Bajo este nombre nos presentan veinte historias muy distintas entre sí que van desde la fantasía a la ciencia ficción.
Algo que me llamó la atención fue el enciclopédico conocimiento de la lencería femenina que mostraba Bisson, claro que luego todo eso se explica al leer que cinco de los relatos han sido publicados en la revista Playboy.
Dejando a un lado el punto rijoso de las narraciones, la verdad es el volumen entero se lee con interés.
No es que este autor cree unos personajes especialmente bien dibujados y consistentes ni que levante decorados grandiosos o detallistas, pero lo que sí se puede decir es que los relatos muestran un estilo que arrastra fácilmente, casi con tintes cinematográficos. Esto último puede considerarse algo bueno o malo, va en cuestión de gustos, pero en este caso y a mi entender es un punto a favor del autor.
En resumen, es un libro interesante aunque no imprescindible.

EL SÍMBOLO PERDIDO.

Dan Brown es un maestro de las superventas porque ¿cómo ha conseguido vender tantos ejemplares de una chapuza infecta como "El símbolo perdido"?

Influye que su estilo es ágil, con capítulos cortos cuyos finales dejan siempre la acción en suspenso; eso fuerza al lector a seguir sin más hasta devorar sus libros. También juega su papel el que vuelve a la carga con un personaje conocido para los lectores, el profesor Robert Langdon.
Lo malo es que, como muchos otros autores (y muchos autores reconocidos, que es lo malo), Dan Brown reescribe el mismo libro una y otra vez...y los lectores pican. Cosas de este mundo mercantilizado hasta la médula.
¿Qué ofrece este libro que sea realmente nuevo? Nada. Sociedades secretas milenarias con miembros famosos, obras de arte con significados ocultos para los profanos, acertijos centenarios indescifrables que un lector que haya aprobado la primaria puede resolver con lápiz y cinco minutos de reflexión y villanos que parecen una caricatura y van pidiendo a gritos que los detengan sólo por existir.
El caso es que, mientras esta fórmula siga funcionando en las librerías (y los cines), seguiremos recibiendo volúmenes con las andanzas del profesor Langdon a quien habría que declarar persona non grata en cualquier museo.
La trama es previsible casi desde sus inicios, además de excesivamente rocambolesca y artificiosa. Tenía pensado leerlo en inglés tras haberlo hecho en español pero voy a dejarlo. No creo que pudiese soportar dos veces este engendro.
Pero ha arrasado en ventas. Ese mérito no se le puede quitar por mucho que sea un misterio.

CROSSOVER.

"Cuatro esquinitas tiene mi cama. Y cuatro angelitos que me la guardan. Uno me da leche, otro me da lana..."
(Cruce de cables que evoca curiosas imágenes dignas de Dogma, La vida de Brian o alguna divina gamberrada similar. El tiempo que ha pasado desde que me se sabía estas cosas de memoria provoca patinazos como éste.)

DÍA DE LA MADRE.

Hoy es el Día de la Madre y como Nicolás aún no sabe escribir ni tiene su propio blog (todo se andará, ya veréis), aprovecha desde aquí para mandar un recado.

¡FELICIDADES, MAMÁ!

NACIÓN.

Es el próximo lanzamiento de Terry Pratchett en castellano. No pertenece a las sagas del Mundodisco y la publica Timun Mas. El 25 de Mayo (si las librerías locales no hacen ninguna barrabasada de las suyas) en las manos de todo buen seguidor del señor del sombrero.
La verdad es que últimamente los aficionados a las interesantes y divertidas obras de Sir Pratchett vamos de celebración en celebración. Nunca antes se habían publicado tantos títulos en tan poco tiempo.
Como soy así de optimista, temo que este hito sea preludio de algún desastre editorial. No me extrañaría que volviesen a cambiar el formato de los libros de la saga de Mundodisco, que decidiesen usar un traductor automático o alguna lindeza similar.

Toca morderse las uñas y esperar.