lunes, 13 de abril de 2009

CIUDAD DE LADRONES.

No me estoy refiriendo a mi ciudad y sus políticos. Este es el título de una novela de David Benioff.
Durante el durísimo asedio de Leningrado, el joven e inocente Lev se ve envuelto a su pesar en una aventura surrealista: Junto con Kolya, un soldado acusado de deserción, deberá encontrar una docena de huevos para el pastel de bodas de la hija del jefe de la N.K.V.D. local. Si consiguen su objetivo serán perdonados, pero en caso contrario serán ejecutados.
De esta forma se embarcan en una sucesión de situaciones que les llevarán a lugares donde pocos se atreverían a ir, simpre acompañados por el frío, el hambre y la muerte.
Tengo que avisar que este relato no da ninguna tregua desde la primera página y te engancha sin piedad. Hacía tiempo que una novela no me atrapaba con tanta intensidad.
Está llena de imágenes nítidas de un realismo sorprendente y, a la vez, logra deslizarse por un escenario macabro y duro como pocos centrándose en la amistad, la esperanza y hasta el amor, encontrando incluso una vis cómica a unas situaciones que tienen poco de divertidas.
Realmente, es un relato que merece la pena y que no dejará indiferente.

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