La película "El código Da Vinci" fue una digna traslación del libro a la pantalla (yo habría elegido para Robert Langdon a alguien más en la línea de Liam Neeson).
Ahora llega a mi salón "Ángeles y demonios" y descubro que esta película es mucho más floja que la anterior.
Se siguen las mismas líneas que la anterior historia: presentar la cara más siniestra y maquiavélica de la iglesia católica, algunos (menos de los deseados) acertijos indescifrados durante siglos que Langdon resuelve en cinco minutos y sin tomar notas, sociedades secretas con un poder tal que ya lo quisieran para sí muchos paises, y asesinos invencibles que pifian estrepitosamente cuando van a por el prota. Lo de siempre.
Por suerte en la película han evitado la escena más fantástica (y cinematográfica) del libro: cuando alguien salta de un helicóptero sin paracaídas, sólo con una bolsa de plástico para ejercer de tal, y no se mata (como si la bolsa del Currufur o del Mercatona sirviese para hacer parapente).
Y del detalle de la antimateria explosiva mejor no hablar porque, a poco que uno entienda de física, es para salir corriendo.
Lo dicho. Si no llega a ser por las vistas de Roma...
Pero da igual. Por mala que sea arrasará en taquilla. A pesar de que la gente ya la ha visto (con otro título).
Ahora llega a mi salón "Ángeles y demonios" y descubro que esta película es mucho más floja que la anterior.
Se siguen las mismas líneas que la anterior historia: presentar la cara más siniestra y maquiavélica de la iglesia católica, algunos (menos de los deseados) acertijos indescifrados durante siglos que Langdon resuelve en cinco minutos y sin tomar notas, sociedades secretas con un poder tal que ya lo quisieran para sí muchos paises, y asesinos invencibles que pifian estrepitosamente cuando van a por el prota. Lo de siempre.
Por suerte en la película han evitado la escena más fantástica (y cinematográfica) del libro: cuando alguien salta de un helicóptero sin paracaídas, sólo con una bolsa de plástico para ejercer de tal, y no se mata (como si la bolsa del Currufur o del Mercatona sirviese para hacer parapente).
Y del detalle de la antimateria explosiva mejor no hablar porque, a poco que uno entienda de física, es para salir corriendo.
Lo dicho. Si no llega a ser por las vistas de Roma...
Pero da igual. Por mala que sea arrasará en taquilla. A pesar de que la gente ya la ha visto (con otro título).
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