Vuelve Mel Gibson, tras casi 8 años sin actuar. "Al límite" no es un peliculón, pero entretiene. En realidad esta película ya la hemos visto: Poli bueno se venga de los malos que le han arrebatado un ser querido repartiendo leña como el mismísimo Ángel de la Muerte. Más sencillo imposible. Lo demás (la trama de armamento y conspiraciones gubernamentales y los giros argumentales) son puros artificios.
El caso es que Gibson se une al Liam Neeson de "Venganza" y el Bruce Willis de "La jungla 4.0", montando el club de los héroes entraditos en años que toman las armas para defender no ya al bollito de turno sino a su prole indefensa. Y es que los años no pasarán en balde, pero los chavales de hoy carecen de la pasta de generaciones pretéritas.
Volviendo a "Al límite" vale la pena comentar el papel de Ray Winstone, una baza poco aprovechada en la película (a mi entender). Su personaje, misterioso, peligroso y complejo, le concede un desenlace agridulce a la cinta. El guión es siempre la pieza fundamental de una película y en este caso el personaje de Winstone insinúa mucho más de lo que muestra hasta el punto de que uno se queda con ganas de que le hubiesen contado más (a pesar de lo cual queda bien perfilado).
En resumen, una película sin alardes que entretiene lo justo. Correcta, sin más.
Volviendo a "Al límite" vale la pena comentar el papel de Ray Winstone, una baza poco aprovechada en la película (a mi entender). Su personaje, misterioso, peligroso y complejo, le concede un desenlace agridulce a la cinta. El guión es siempre la pieza fundamental de una película y en este caso el personaje de Winstone insinúa mucho más de lo que muestra hasta el punto de que uno se queda con ganas de que le hubiesen contado más (a pesar de lo cual queda bien perfilado).
En resumen, una película sin alardes que entretiene lo justo. Correcta, sin más.
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