lunes, 23 de julio de 2007

Vacaciones.


Creo que la mejor inversión que puede hacer uno es viajar, conocer sitios nuevos. Este verano he mezclado el turismo extranjero y el nacional durante dos semanas maratonianas.
Portugal me ha enseñado -entre otras cosas- que el tópico sentimiento de superioridad del que hacemos gala los españoles con tanta facilidad no es más que ignorancia y estrechez de miras; una patochada, producto del provincianismo más necio, vamos. Ya quisiéramos cuidar nuestro patrimonio histórico como lo hacen los lusos, mostrar la misma cortesía con nuestros visitantes, y tener un sector hostelero con un nivel tan elevado en el apartado de los idiomas.
En el apartado nacional, la escala en Mérida ha sido casi como volver a Roma. Avgvsta Emerita es un lugar más que recomendable, con un casco histórico manejable en la distancia pero denso y variado en los contenidos. Y si se tiene la oportunidad de asistir al Festival del Teatro Clásico, no hay que dudarlo un instante. Yo pude asistir a la obra Fedra, con Ana Belén y Fran Perea en los papeles principales y es algo fantástico.
Ahora a esperar a las próximas vacaciones.

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