martes, 26 de junio de 2007

De boda.


Este sábado se casaron mis dos amigos Carlota y Nacho. Desde aquí mi más sincera felicitación. Todos lo pasamos fenomenal y disfrutamos de una Noche de San Juan muy especial.
A estas horas ellos estarán disfrutando de su luna de miel.
Un abrazo a los dos.

viernes, 22 de junio de 2007

¿Quis custodiet ipsos custodes?

Se acaba el anonimato en los teléfonos con sistema prepago, dicen que para evitar su uso por parte de delincuentes.

La U.E., por instancias de Gran Bretaña y con gran apoyo de España, aprobó una recomendación a los Estados miembros para que estudien la identificación de usuarios de tecnología de tarjetas de prepago.
En Italia ya es obligatorio desde hace tiempo y han reconocido que no ha servido para luchar contra el crimen organizado. En Colombia, según he podido leer, se llegó a prohibir hace un tiempo el sistema de 'número oculto' en las llamadas (¿Será éste el siguiente paso en Europa?).

Argumentan que el anonimato del comprador hace imposible el seguimiento, pero sin embargo: 1) Pueden rastrearse las comunicaciones de cualquier móvil (y no es un sólo cosa de películas) 2) Puede localizarse el lugar origen de una llamada (hay servicios de este tipo que pueden ser contratados incluso por los propios usuarios). 3) Una cosa es quien compra el teléfono y otra quien lo usa (¿o el móvil te lo van a soldar a la cara una vez que te identifiques?)

Un portavoz de Interior aseguró que tendrán que ser las operadoras españolas las que encuentren los medios y hagan posible esta identificación (¿Y los gastos? Adivinen a quién se los van a endosar. Exacto, a los de siempre).

Será obligatoria la identificación de quien compra un número de teléfono y guardar los datos durante al menos un año. Hasta ahora esos datos (cuando los obtenían, vía la típica promoción de x€ de saldo a cambio de cubrir una tarjeta con los datos) los almacenaban las compañías durante tres meses, y sólo por asuntos de facturación (algo que no acabo de comprender, y que me suena más a recopilación de bases de datos comerciales) . A partir de la entrada en vigor de la Ley el periodo será de 12 meses, el doble de lo que se fijó en la UE.

La norma afecta también a la cesión de datos de las comunicaciones electrónicas a las Fuerzas de Seguridad, y establece la obligación para los operadores de conservar todos los datos que permitan rastrear el destino y el origen de una comunicación, así como la identidad de todas las personas implicadas en ellas. Esa exigencia no afectará nunca al contenido de la comunicación y requerirá siempre una autorización judicial (¿Quién vigila a los vigilantes?). Los datos que las compañías telefónicas deben retener corresponden a comunicaciones tanto de teléfonos móviles como de fijos. (¿Y cuánto tiempo tardarán en querer controlar el contenido de las comunicaciones? Y eso sin entrar en quién vigilará que uno de los que tengan acceso legítimo a esa base de datos decida venderla bajo manga a cualquiera para sacarse un sobresueldo...)

En España hay unos 39 millones de usuarios de telefonía móvil, y 24 millones usaban tarjetas prepago. De esos 24 millones, las compañías ya han identificado a unos 8 millones. Los 16 millones restantes siguen en el anonimato. O seguían hasta ahora. Y puestos en fila son 16 millones de votos.

Pero parece que no nos importa sacrificar la libertad y privacidad en pro de una hipotética seguridad. ¿Acabaremos usando el equivalente al programa PGP para encriptar nuestras conversaciones telefónicas?

Indignante.

jueves, 21 de junio de 2007

Lectura.

Estos días he acabado de leer "Roma eterna" de Robert Silverberg. Lo podéis encontrar en la editorial Minotauro en tapa de cartón.
Esto me sirve para comentar algunas cosas:
  1. ¿Por qué se empeñan en vendernos a precios de tapa dura esa infame tapa semiblanda? Estos libros no son de bolsillo, y distan mucho de tener la calidad de un libro en tapa dura, pero de todas formas el precio es el de un libro en tapa dura. Y claro, los yonkis de la lectura tenemos que pasar por el aro.
  2. Este libro nació a partir de varios relatos cortos y, sinceramente, se nota. Algunos pasajes son entretenidos y realmente enganchan, pero otros se hacen pesados y poco atractivos. Mi valoración personal es un simple "aprobado", pero en ello influye el componente de mi gusto particular por la historia antigua de Roma.
  3. Otra ucronía que sí me encantó en su día, y que recomiendo a todos es "Patria" de Robert Harris. Es una trama de novela negra ambientado en una Europa donde la Alemania nazi ha vencido en la 2ª guerra mundial y mantiene al continente bajo su dominio. Más que interesante. Y si alguien tiene curiosidad, o le da pereza la lectura, pueden ver la película del mismo título, con un actor de los que yo califico como 'especiales': Rutger Hauer, a quien todos recordarán de Blade Runner o Lady Halcón.
Seguimos caminando después de esta breve parada.

Otro paso.

Tras mucho tiempo sin guitarra eléctrica en casa (la anterior se murió por vieja, maltrato y dejadez, lo confieso), he adquirido una Squier Stratocaster de Fender que he fotografiado aquí junto a mis otras criaturas. Preciosa y precisa, con un sonido más que aceptable, a pesar de ser el modelo 'modesto' de la mítica marca. Al ajustarla (algunos lo llaman 'quintar' o 'templar') me encontré con la sorpresa de que no hizo falta ningún ajuste. Venía perfecta de fábrica. Y eso que soy bastante exigente en estos detalles.

Y después de casi un mes, uno se da cuenta de que el tiempo no pasa en balde. LLevaba casi 4 años sin tocar 'en serio'. A pesar de llevar bastantes días practicando a diario, noto que la mano izquierda se ha hecho más lenta y pesada, y la derecha ya no mantiene la precisión de épocas pasadas. Tempus fugit, que decían algunos.

De todas formas, es un verdadero placer volver a sentir los dedos sobre el mástil. Y ahora también he descubierto los milagros de la informática aplicada a la guitarra. El programa Guitar Pro me está permitiendo hacer cosas que antes me requerían horas de esfuerzo (nunca fui muy bueno en poner las notas en un pentagrama). Otro detalle más que me indica que soy un informático y músico de la vieja escuela...

Pero seguimos caminando.