jueves, 24 de enero de 2008

LA LLAMADA DE LA SANGRE.

Un breve comentario relacionado con la última novela de Terry Pratchett.
Al principio me parecía que 'Carpe jugulum' no tenía el ritmo y nivel habitual de las novelas del Mundodisco, pero me equivocaba de cabo a rabo. Una vez devoradas sus páginas... me quito el sombrero.
La trama está bien llevada con las 'trampas' habituales de Pratchett, y va ganando velocidad a medida que pasas las páginas, hasta llegar al final... Y menudo final; es como si los hermanos Marx hubiesen vuelto a rodar los 15 últimos minutos de "Grupo salvaje".
Lo digo y lo repito: si no habéis leido ninguna novela de Terry Pratchett, os estáis perdiendo una mezcla divertidísima de buenos argumentos, personajes trabajados, ritmo ameno e ideas profundas.
En resumen y para no enrollarme más: Una gran novela que hace pasar un buen rato y hace pensar. ¿Qué más se puede pedir?

martes, 22 de enero de 2008

UNA MÁS PARA LA COLECCIÓN.

Hasta ahora no pude dar la noticia (mi agenda está que revienta) pero.... ¡Ya está en casa! Ya tengo mi nueva adquisición: una Fender Telecoustic que podéis contemplar a la derecha en la foto de grupo (empieza a necesitarse espacio, lo sé) y a la izquierda en solitario.
Muy ligera (o quizás es que me he habituado a cargar con el resonador, que pesa...), quintada a la perfección, con un color cálido y bien conseguido... Con afinador electrónico incorporado (no lo sabía, y fue una feliz sorpresa), controles de volumen, graves, medios, y bajos, así como uno que permite trabajar la parte más acústica del sonido o la más eléctrica.
Si trabajamos con ella desconectada, el sonido es un tanto mate pero fuerte, a pesar de la estrecha caja de resonancia. Al conectarla al amplificador (el jack de fábrica tiene una doble salida, para conectar a un amplificador acústico y a uno eléctrico de forma simultánea) los controles nos permiten obtener desde el sonido claro de una guitarra acústica hasta una distorsión rockera de lo más logrado. Por poner un ejemplo, es relativamente fácil obtener el mismo sonido casi líquido que la guitarra del mítico Mark Knopfler en 'The long road', o 'Nobody's got the gun'.
El espacio mengua a medida que la colección crece, pero ya queda poco para considerarla finalizada.
Tiempo al tiempo.

lunes, 21 de enero de 2008

Y YO CON ESTOS PELOS.

Mi hermanita del alma ha vuelto de Nueva York. Pasó allí un par de semanas, disfrutando de unas merecidas vacaciones.
Estaba al otro lado del océano pero el domingo por la noche estuvimos toda la familia viéndola a través de las webcam que circundan Times Square.
Puede sonar a provinciano pero no crean, no lo es.
Para muchos de los implicados era su primera experiencia con las cámaras web, con la consiguiente confusión, curiosidad y sorpresa.
Y precisamente éstas son las cosas que siguen dejando con la boca abierta a muchos y, a pesar de saber que son técnicamente sencillas, dejan un aroma mágico en el ambiente.
Aunque no sea una webcam de un ordenador portátil, que permite hablar cara a cara, sí que pudimos ver que hacía un frío de pelar (-2º C) y que nuestra exploradora dicharachera combatía el frio con un vaso de café (me supongo que Starbucks o similar), una cazadora (más bien fina para lo que exigía la ocasión) y una bufanda.
Poco abrigo, pero eso nos lo contará cuando se haya recuperado del jet-lag, que puede parecer una tontería pero te deja hecho polvo, y compartamos un buen rato hablando.
Este pequeño experimento familiar hace que el mundo se vaya haciendo más y más pequeño cada vez. Ver a una persona en la otra punta del planeta nos da una tremanda sensación de proximidad.
La aldea global es más que una expresión simpática. Es una realidad. Tú en la otra punta del planeta y yo con estos pelos...

jueves, 17 de enero de 2008

¡DIRECTO A LA YUGULAR!

Nos han dado la sorpresa y se han adelantado un día, pero no se lo tendremos en cuenta ¿verdad?. Es más, hasta se lo agradecemos efusivamente.
CARPE JUGULUM, el último lanzamiento en castellano de la saga de Mundodisco, escrita por Terry Pratchett, ya está en las librerías.
Hace poco ya avisé sobre la fecha esperada, que era el 18 de Enero...
Cual yonki desesperado (llevábamos demasiado sin nuestra dosis de Pratchett), ya ayer me dí una vuelta en su busca, como presintiendo lo que iba a pasar, pero como no hubo suerte, hoy me han pillado con la guardia baja.
Un correo electrónico a media tarde me hacía salivar cual perro de Paulov.
En cuanto salí de trabajar me planté en la librería y ¡allí estaba!, con su tapa de cartón merecedora del infierno, su color amarillo, sus dibujos del desaparecido Josh Kirby...
Ahora queda el zambullirse en el libro, que siempre dura menos de lo que uno quisiera, y devorarse las uñas esperando el siguiente...
La vida es dura.

viernes, 11 de enero de 2008

HIMNO PARA TODOS.

Ya tenemos letra para el himno nacional.
No es que antes no la hubiera, sino que era un tanto triste y desangelada para algunos. Eso sí, era internacional a más no poder.
Pero ahora tenemos una letra que, sin estar presentada todavía en sociedad, ya levanta polémica. A unos no les gusta porque se parece a otra anterior. A otros porque, directamente, no les gusta España.
A mí lo que me inquieta es que la S.G.A.E. esté metida en el ajo. Por si las moscas, procuraré seguir cantando el viejo, además mi memoria no da para mucho, así que no conviene pedirle demasiado.
A partir de ahora ya podremos invitar a personajillos más o menos célebres a cantar el himno antes de los partidos o en ocasiones similares.
El caso es que ya tenemos polémica tonta servida para rato. Como si no hubiese cosas verdaderamente importantes de las que preocuparse.

jueves, 10 de enero de 2008

EL SUEÑO DE LA RAZÓN.

Agresiones grabadas por el móvil, linchamientos…
Desde que nacen son los reyes de la casa. Sus deseos son órdenes para unos padres que tratan de compensar con cosas su falta de tiempo y que tienen entre algodones al que con frecuencia es y será hijo único.
Las perretas no reciben una reprimenda (¡peligro, trauma!) ni aún menos un cachete (¡ojo, delito!) sino la total sumisión de los desconcertados progenitores. Así aprenden a gatear a sus anchas y con total descaro.
Crecen, y un sistema educativo inoperante les muestra que no son necesarios esfuerzo ni sacrificio para aprobar. Ya vendrán los padres a protestar ante suspensos y trastadas, mostrando que su palabra vale más que la de sus profesores y que tienen las espaldas cubiertas.
Tarde o temprano (más bien temprano) oyen decir que a un menor no se le puede maltratar física ni psicológicamente, y que la ley hace muy complicado que, por grande que sea la trastada, tengan que pagar por ella. Siempre habrá padres, abuelos, jueces, psicólogos y politicastros dispuestos a protegerles de la realidad.
Así es como llegamos a esto: ¿urbanidad para qué, si lo importante es lo que uno desea? ¿estudio para qué, si el ocio está subvencionado sin límite a cambio de nada? ¿normas y leyes para qué, si no las cumplirán ni van a afrontar las consecuencias?¿trabajo para qué, si el dinero viene fácil con sólo extender la mano en casa? ¿responsabilidades para qué, si se vive mejor sobreprotegido sin tener que hacer frente al mundo?
Pero ante la negación, la frustración, cuando el dinero no alcance, no haya forma de conseguir el objeto deseado, la vida diga ‘no’… ¿cómo reaccionarán estos individuos? Pues con violencia, como cualquier animal en igual situación. No tienen más herramientas. Nunca han tenido que afrontar un reto, salvo en los videojuegos y ahí la dificultad es configurable y hay trucos.
Y llega un día en que se acaba la veda. Cumplen 18 años y… de ángeles a demonios al instante. De la impunidad a la prisión. Dirán ser víctimas de la sociedad, y en parte tendrán razón.
El solipsismo galopante que muestran estos críos va a traer muchos problemas.
La razón nos dice que habría que frenar en seco ahora mismo y reaccionar de forma enérgica, pero esa razón está dormida por el libertinaje disfrazado de libertad mal entendida y por las leyes absurdas. Y ya se sabe: El sueño de la razón produce monstruos.
Hemos hablado demasiado y demasiado tiempo de derechos pero muy poco y casi nunca de cómo hacerse digno de esos derechos.
Derechos y deberes van juntos. Son las dos caras de una misma moneda.

miércoles, 9 de enero de 2008

EL VIEJO BILL COGIÓ LA PUERTA.

El tiempo pasa volando. Bill Gates, el viejo Bill, se retira.
Parece que fue ayer –y han pasado casi 26 años- cuando puse mis manos sobre un ZX-Spectrum de teclas de goma y 48Kb de memoria, con el lenguaje Basic como ‘sistema operativo’. De aquella uno soñaba con hincarle el diente a un IBM Pc y convertirse en un Matthew Broderick (pero sin guerra mundial), y resulta que Bill ya estaba entre bambalinas.
Algún tiempo después, con los primeros pelos y las hormonas a tope, los IBM Pc ya no eran aquellos monstruos exclusivos y por doquier proliferaban los ordenadores ‘clónicos’. Funcionaban de una forma digna con un sistema operativo llamado MS-Dos. Implicaba teclear mucho, pero permitía un mayor control de la máquina. Y el nombre de Bill comenzaba a sonarnos como un joven y simpático genio informático con ficha policial de conductor borrachín.
Pasaron otro puñado de años y comenzó la odisea de los colorines y las ventanitas. Nacía el ‘azul Windows’ que algunos ya casi recordamos con nostalgia (lo que tiene el paso del tiempo, que incluso cosas así las tiñe de optimismo). Y el viejo Bill se nos aparecía hasta en la sopa. Aprendimos a desconfiar de su cara de no haber roto nunca un plato, de sus maniobras de monopolio… Después de Darth Vader, era el malo maloso más malo de todos los malos. Y rico. Muuuuuuy rico.
Llegó el nuevo siglo, cambió el mundo y también las ventanas cambiaron. Con el XP, que no era un crismón romano ni un emoticono representando a Bill partido literalmente de risa y sacando la lengua a los usuarios, pareció haber un momento de paz. Algunos pensaron que por fin tendríamos un sistema operativo de verdad, pero Microsoft cada vez se parecía más a una mafia ciberpunk. Y Bill ya no sonreía tanto en sus apariciones. Además ahora sabíamos que tenía una fundación humanitaria y más pasta que el Tío Gilito y Rockerduck juntos.
Han volado un par de años. Ahora tenemos más colorines y efectos con Windows Vista, menos pelo en la cabeza y más ojeras (a pesar de las gafas quien sí que tiene vista es Bill). El efecto 2.000 nos provoca sonrisas nostálgicas y embarazosas…y llega el momento del retiro.
Son legiones los que, sabiendo que hay algo mejor, siguen usando sus sistemas operativos por temor a lanzarse a un mundo nuevo, pero Bill no tiene esos miedos. Ha decidido dejarlo todo para hacer el bien, cual jedi que vuelve del lado oscuro.
¿A quién lanzaremos tartas ahora? ¿a quién pondremos verde cuando un sistema operativo no haga lo prometido y haya que modernizar los componentes del ordenador para obtener lo mismo pero con más colores y fanfarrias? ¿A quién demonizarán –con cierta razón- los partidarios del código abierto y el software libre?
Bill se va y no puedo menos que comenzar a añorarle. Esto no va a ser lo mismo a partir de ahora. Sólo me quedará ver 'Conspiración en la red' y recordar a Billy el niño. El viejo Bill.

martes, 8 de enero de 2008

NO NOS HAGAMOS LOS SUECOS.

Después de leer este artículo en un suplemento dominical, creo que ante el informe Pisa 2.006 conviene hacerse el finés, porque uno farda mucho más.
Lo responsable sería reaccionar ante nuestros malos resultados y proponer soluciones, pero aquí se culpa a Franco (¿?), como si la E.S.O. o las catastróficas reformas de la enseñanza fuesen culpa suya.
Vamos a ver lo mucho que nos parecemos a los finlandeses.


  • En Finlandia se ‘anticipan’ los puentes y demás festividades recuperando las clases que se van a perder. Aquí se armaría una revolución sindical y estudiantil si se propusiese (sólo proponer, aprobarlo sería imposible) digna de verse.

  • Transporte escolar, libros, comida e infraestructuras son gratis o subvencionadas. Aquí…primero roban los políticos. Luego reparten las migajas entre los distintos sectores, y una ínfima parte de esos despojos es la que se destina a educación.

  • Cada alumno, desde la guardería a la licenciatura (aprobándolas todas, no como aquí) le cuesta a Finlandia 200.000€. ¿Cuánto nos gastamos en España?

  • Ser profesor es una profesión de prestigio, sólo apta para los mejores. Igualito que aquí, oiga. Investigación y docencia deberían reclutar a los mejores, pero… al decir que eres profesor te miran con pena, como si estuvieses diciendo “No sirvo para nada más”. Y eso sí, luego te echan en cara las vacaciones. Como si jugártela a diario con 30 fieras –a las que no se puede ni decir nada, no vayamos a traumatizarlas-no desgastase.

  • A los chicos no les gusta el colegio. Ahí sí que coincidimos. Pero la finlandesa es claramente una sociedad basada en valores como el esfuerzo, y los chicos ven sus clases como el trabajo de los adultos, que no gusta pero hay que hacerlo, y ya puestos, lo hacen lo mejor posible. Aquí, en cambio, rendimos honores al que se escaquea –en todos los aspectos de la vida- y va de listo. Así nos va.

  • El sistema busca que el nivel medio sea alto, sin dejar que nadie se retrase. Aquí lo hemos simplificado y hemos hecho que el nivel sea subterráneo. Si ni siquiera así conseguimos que aprueben, bajamos el nivel y listo. ¿Esfuerzo? ¿Sacrificio? Los críos ni lo notan.

  • No hacer las tareas o copiar está mal visto. Aquí son los padres los que llegan a consentir que sus hijos no hagan sus deberes.

  • No repiten. No hay recuperaciones. Sólo quedarse más tiempo en clase hasta demostrar que se saben las cosas. ¿Qué profesor estaría dispuesto hoy día a quedarse más tiempo porque sus alumnos no han dado la talla en un examen? Los sindicatos se echarían a la calle. Bajar el listón es más sencillo.

  • Estudian lenguas extranjeras con detalle porque… ¡el idioma nacional es minoritario! Y aquí tenemos que sufrir a los partidarios de dialectos pretendiendo una importancia que la realidad les niega.

sábado, 5 de enero de 2008