martes, 11 de agosto de 2009

MINDSCAN.

Tengo que recordarlo: "Hay que huir de libros que lleven en portada comentarios elogiosos de otros autores conocidos". Ya me ha pasado en varias ocasiones, pero no aprendo.
Mindscan podría dar mucho más de sí; el argumento tiene potencial: La mente de una persona puede duplicarse a la perfección y volcarse a cuerpos robóticos virtualmente inmortales. El protagonista se somete a ese proceso y emigra a la Luna, al lugar de retiro de los humanos escaneados, dejando en la Tierra a su copia. Este robot consciente prosigue con su vida, con todos los derechos legales (inquietante la referencia a los derechos de autor, esperemos que nadie de la S.G.A.E. lea el libro). Pero cuando el ser humano biológico intenta volver a la Tierra se lía el follón.
Desgraciadamente el libro se centra en exceso en un proceso legal, un juicio que se hace demasiado pesado y que hace avanzar el ideario argumental a paso de caracol. Sólo en los últimos capítulos surgen planteamientos más frescos y ágiles, pero todo queda en un intento fallido de hacer remontar un relato que cojea. Tiene momentos buenos, incluyendo algunos chistes simpáticos, pero no da la talla.
En los comentarios sobre el autor se indica que escribe con un estilo similar a Isaac Asimov...y yo digo que ya quisiera. Asimov fue un monstruo capaz de sumergir al lector en todo un universo con unas pocas líneas, y tenía la habilidad de dejarte siempre con ganas de más, pero con este libro de Robert J. Sawyer yo ya he tenido suficiente.
De hecho si el libro hubiese sido un cuento corto habría ganado mucho.

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