Los gijoneses tienen sentido del humor. A veces es lo único de lo que uno puede echar mano, porque la alternativa sería aferrar la metralleta, la guadaña o lo que se tenga a mano y empezar a rebanar cabezas.

Pero, de momento, disfrutemos de este carnaval. Ya vendrá el momento de rendir cuentas. Con
la sardina habría que enterrar también alguna que
otra ocurrencia de nuestros gobernantes. O, ya puestos, enterramos a los gobernantes y todo arreglado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario