lunes, 11 de agosto de 2008

NADA CORRIENTE.

"Héroes corrientes" es el último texto que he leído. Su autor, Scott Turow, está especializado en novelas de temática legal. Ése es un género que no me entusiasma, y por ello tardé en hincarle el diente, y quizás eso haya sido el motivo de que me haya gustado.
Recuerda un tanto a "Banderas de nuestros padres" en su planteamiento inicial, ya que es el hijo del protagonista quien nos introduce en la acción al tratar de conocer la historia de su fallecido progenitor.
La trama tiene lugar durante el último año de la Segunda Guerra Mundial, en el frente occidental europeo. David Dubin es un fiscal del ejército que lleva una existencia tranquila a suficiente distancia del frente hasta que le encargan la detención de un agente del O.S.S., presunto traidor prosoviético. Este encargo le llevará a actuar como comando, lanzarse en paracaídas sobre la sitiada Bastogne, y cruzar todo el teatro de operaciones en pos de su sospechoso... y de algo más.
Lo que hace especial a este libro... es precisamente su sinceridad. El título lo dice todo. El protagonista es un hombre corriente, un abogado que sólo busca sobrevivir, actuando de la forma más honesta posible, inmerso en el tremendo caos de la guerra.
LLama la atención la manera tan sencilla y a la vez tan directa que consigue Turow de retratar al combatiente de trinchera, resignado a su suerte fatal y a la vez dispuesto a hacer lo indecible por salir con vida, y como logra superponer sobre esa visión heróica ,que tantas veces hemos visto en otros relatos y en el cine, la imagen de personas normales con temores, sueños y deseos corrientes.
Para finalizar, la trama se remata de forma correcta, y deja un buen sabor de boca. Os lo aconsejo.

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