martes, 3 de marzo de 2009

En nombre del rey... ¡que le corten la cabeza!

El domingo por la tarde me dió por ver "En nombre del rey"... y casi me cuesta la salud.
Es difícil hacer una chapuza tan previsible, aburrida y sin sentido. Toda ella es un cúmulo de tópicos del género fantástico, aderezado por malos diálogos y actores sin posibilidad ni ganas de lucirse. Claro que basar una película en un juego es mal inicio.

El género fantástico tuvo la desgracia de llegar a la cima literaria en sus inicios con "El señor de los anillos" de J. R. R. Tolkien, y lo que vino después se resume en malas copias. En los últimos años George R. R. Martin ha reclamado el mérito de resucitar el género, pero a mi opinión es otra mala copia (incluso en las iniciales) con poca imaginación y gusto. Le salva la ausencia de competencia digna de ese nombre.
Y en el cine las cosas están igual o peor. Hubo una versión de animación de "El señor de los anillos" que nos dejó buen recuerdo aunque era demasiado esquemática. Luego disfrutamos con algunos entretenimientos menores que parecían tanteos de la industria cinematográfica para abordar la viabilidad del gran clásico, como fueron "Willow", "Cristal oscuro" o "Dentro del laberinto". Pero siempre se notaba la sombra del anillo único. Tras la adaptación de Peter Jackson (que nos guste más o menos es lo mejor que hay -¡Mira que no sacar a Tom Bombadil!-) surgieron Narnias, brújulas dorádulas y demás idas de olla de parecido calibre.
Con "En el nombre del rey" uno casi se pondría de parte de los orcos, de la pena que dan los pobres, que son una copia chapucera, cutre y descerebrada de los uruk-hai.
Como decía, esta película es una suma de personajes inverosímiles, desdibujados y mal aprovechados, tramas argumentales estúpidas dejadas a medias...
El malo maloso es como Jim Henson con superpoderes (me recordó a Rincewind en la batalla final de "Tiempos interesantes"). El rey se pasa toda la película muriéndose (ese es el único detalle creible). Al mago real todo le sale mal (empezando por su hija díscola y algo ligerita de cascos). El prota parece estar buscando un coche para huir y un traje durante toda la trama... y mejor no seguir, porque el resto del elenco da risa o lástima. No creo que ninguno de ellos ponga esta película como uno de sus puntos fuertes en el c.v.
En nombre del rey, la reina (que no sale, por suerte) y todos los dioses, podían haberse ahorrado rodar este bodrio.
Avisados quedáis.

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