Está claro que corren tiempos extraños. Los que descargamos archivos estamos ya acostumbrados a que nos llamen de todo (insultar en este país sale gratis a los que tienen mucho dinero y una organización que les respalda). A lo que no estamos acostumbrado es a que se nos defienda frente a esos lobbies.
Resulta que Promusicae exigía a Telefónica los datos de los usuarios de la red Kazaa, y podemos suponer que no era para felicitarles por su cumpleaños...
El caso es que, después de muchas idas y vueltas, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha decidido que prima el derecho a la intimidad. Sólo se admite la intrusión en caso de estar en peligro la seguridad nacional o casos similares. Y, aunque bajarse los éxitos de los triunfitos debería considerarse una amenaza no ya nacional sino cósmica, uno tiene derecho a la intimidad.
Así que los chicos de los maletines y la falta de argumentos ya empiezan a pedir al gobierno que legisle para defenderles de aquellos a los que se llama, sin razón ni lógica, piratas.
Seguimos sin auténtica libertad -el tema de la telefonía móvil sigue pareciéndome sangrante- pero por el momento se ha ganado otra pequeña batalla. Somos anónimos (de momento), y somos muchos. Ahora no debemos dormirnos y seguir combatiendo.
Y recuerden: la descarga/intercambio de archivos sin ánimo de lucro NO ES UN CRIMEN.
Resulta que Promusicae exigía a Telefónica los datos de los usuarios de la red Kazaa, y podemos suponer que no era para felicitarles por su cumpleaños...
El caso es que, después de muchas idas y vueltas, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha decidido que prima el derecho a la intimidad. Sólo se admite la intrusión en caso de estar en peligro la seguridad nacional o casos similares. Y, aunque bajarse los éxitos de los triunfitos debería considerarse una amenaza no ya nacional sino cósmica, uno tiene derecho a la intimidad.
Así que los chicos de los maletines y la falta de argumentos ya empiezan a pedir al gobierno que legisle para defenderles de aquellos a los que se llama, sin razón ni lógica, piratas.
Seguimos sin auténtica libertad -el tema de la telefonía móvil sigue pareciéndome sangrante- pero por el momento se ha ganado otra pequeña batalla. Somos anónimos (de momento), y somos muchos. Ahora no debemos dormirnos y seguir combatiendo.
Y recuerden: la descarga/intercambio de archivos sin ánimo de lucro NO ES UN CRIMEN.
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