jueves, 12 de junio de 2008

IGUAL DA.

La creación de un Ministerio de Igualdad sonaba a chiste. El señor Rodríguez Zapatero, en su línea habitual de mente preclara y despejada, pensó que igualdad significaba un 50% en todo y quiso tener tantos ministros como ministras. Como eso implicaba tener que fichar gente sólo por sus cromosomas y no por su valía, tenemos lo que tenemos.
Y parte de lo que tenemos es a Bibiana Aído, quien ha conseguido en dos días hacer que nos tronchemos de risa por dos motivos distintos:
Comenzó la semana publicitando un teléfono para los maltratadores. Puestos a sugerir tonterías ¿por qué no les regalan sacos de boxeo, o pelotas de espuma antiestrés? Igual sale más barato...
No contenta con su primer éxito continuó dándole una patada tan tremenda al diccionario de la R.A.E. que los señores académicos no saben si poner sus declaraciones y foto junto a la entrada "necio, cia." o simplemente mandar a la 'miembra' del gobierno a freir espárragos.
Igual da que la igualdad deba ser algo intrínseco a todos los niveles en esta sociedad y que aquí en cambio se gasten el dinero del contribuyente en crear gilipolleces para dar cargos a los amigos.
Igual da que casi siempre y por desgracia, una mirada en detalle a la clase política en este país sea como para salir corriendo, comprar una escopeta y hacer una limpieza a fondo. ¿Tan difícil es escoger personas serias, preparadas y con aptitudes?
Igual da que esta señora tuviese ya sus más y sus menos con la Justicia por lo de siempre. Hacía falta una ministra para un cargo aparente y...
Igual da que no sepa hablar (en eso se parece bastante a casi todos los políticos, aunque la caterva de ministros de esta administración se llevan la palma). No se esperaba que diese muchos titulares, pero de momento se han lucido.
Igual da que ese ministerio haya sido un completo cero hasta esta semana pasada. Lo importante es que parezca que existe.
Igual da que demos una imagen lamentable en el extranjero con cada nueva patochada. Total, ya nadie nos toma en serio...
Igual da que los ciudadanos veamos menguar nuestra cartera día a día mientras se gastan los presupuestos en poner en marcha iniciativas absurdas. Hemos votado y eso -creen- les da permiso para hacer lo que les venga en gana.
Igual da que quieran meternos entre ceja y ceja la necedad del '/as' o el '@'. Con ello sólo airean su ignorancia en lo que a gramática y lingüística se refiere.
Igual da que repitan hasta la saciedad lo del "...respeto a las instituciones". El respeto no es algo inamovible. Hay que ganárselo día a día.

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