viernes, 3 de abril de 2009

TRAIDOR.

La vida de los agentes secretos nunca es fácil, pero la que le ha caído encima a Don Cheadler es de órdago.
Interpreta a un estadounidense, musulmán, agente encubierto de la C.I.A. infiltrado en una organización terrorista de corte islámico radical. Su vida es un continuo escapar de aquellos para quienes trabaja a la vez que simula ayudar a los terroristas.
Sin ser una obra maestra ni aportar nada nuevo al tema, es una historia que se deja ver manteniendo la tensión hasta el último momento.
Se le puede reprochar un final excesivamente abrupto y un tanto previsible, pero tampoco es que defraude.
No es una película muy profunda en sus planteamientos sobre el terrorismo integrista, pero sí es una cinta que muestra ese mundo, que antes parecía lejano y que cada vez se nos muestra más y más próximo, de los terroristas 'durmientes'.
Un detalle escalofriante (y que cualquiera que tenga un poco de espíritu crítico reconocerá como cierto) es el grado de semejanza entre ambos bandos a la hora de jugar con las vidas de los ciudadanos corrientes.

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